En una publicación realizada el lunes en Instagram, Max Verstappen abordó el incidente en el que estuvo involucrado con George Russell durante el Gran Premio de España. El piloto de Red Bull admitió que la maniobra en cuestión fue inapropiada y reconoció que no debería haberse llevado a cabo.
Sin embargo, la actitud del neerlandés fue bastante distinta en las horas posteriores a la carrera en Barcelona. En sus declaraciones a los medios, Verstappen mantuvo una postura defensiva, rechazando rotundamente cualquier disculpa hacia Russell. Afirmó en ese momento que no había que tener “demasiados remordimientos en la vida” y que “solo se vive una vez”. Incluso hizo un comentario irónico respecto al piloto de Mercedes, sugiriendo que en la próxima ocasión le llevaría pañuelos.
Pero esta postura inicial pronto se suavizó. En su mensaje en redes sociales, Verstappen ha reconocido que fue la “frustración” la que lo llevó a realizar una maniobra que “no fue correcta y no debería haber ocurrido”. El piloto holandés dejó claras sus emociones tras una neutralización que alteró la estrategia de su equipo, Red Bull. La escudería austriaca decidió colocarle neumáticos duros, una decisión que resultó muy perjudicial en comparación con la estrategia de sus rivales, quienes optaron por neumáticos blandos más eficientes. Esta elección le generó una gran presión, especialmente cuando se encontraba en plena lucha por mantener la tercera posición a pocos giros del final.
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Las repercusiones por una frustración mal gestionada
Durante la reanudación tras la intervención del coche de seguridad provocada por el accidente de Kimi Antonelli, Verstappen cortó la chicana para mantener su posición frente a Russell después de un contacto con Charles Leclerc. En aquel momento, su ingeniero Gianpiero Lambiase le ordenó ceder el lugar. Justo en ese instante, en la quinta curva, la situación se volvió crítica cuando el piloto de Red Bull, frustrado, decidió impactar deliberadamente contra el Mercedes, aunque parecía que inicialmente iba a dejarle pasar.
Este movimiento le valió una penalización de diez segundos, además de acumular tres puntos en su superlicencia. Con estos puntos, Verstappen alcanza ahora un total de once, colocando en riesgo su suspensión automática si acumula un punto más. Gracias a esto, en el próximo Grand Prix de Austria a finales de junio, verá reducirse su acumulación a nueve puntos, pero aún deberá tener cuidado, ya que cualquier falta grave antes del Gran Premio de México en octubre —que le pueda acarrear tres o más puntos— provocaría una suspensión, puesto que los nueve puntos restantes solo se eliminarán tras esa carrera.
La escuadra Red Bull también asume su parte de responsabilidad
Por su parte, Christian Horner, director del equipo, expresó su interpretación del incidente. El jefe de equipo comentó que Verstappen pidió disculpas durante la reunión interna, admitiendo que la salida del coche de seguridad llegó en el peor momento posible para el equipo austriaco. La estrategia había apostado a los neumáticos duros, ya que no tenían disponibles neumáticos nuevos, una decisión que probó ser un error muy costoso para Verstappen. No solo perdió su puesto en el podio, sino que fue relegado en la clasificación final a la décima posición tras su roce con Russell.
El cuatro veces campeón mundial, que busca lograr un quinto título en esta temporada, ahora se encuentra a 49 puntos del líder Oscar Piastri. Sin embargo, la temporada aún no está definida y quedan muchas carreras por disputar. Todavía tiene posibilidades de recuperarse y dejarse llevar por los acontecimientos de lo que resta de campeonato.
