Brad Pitt vive une expérience unique au volant d’une F1 à Austin
Después de haber interpretado al antiguo piloto Sonny Hayes en la película F1, estrenada esta semana, Brad Pitt ha tenido finalmente la oportunidad de experimentar aquello que solo había representado en la pantalla. El actor de 61 años compartió sus sensaciones en el podcast Beyond The Grid, revelando cómo fue su debut real conduciendo una auténtica Fórmula 1. La jornada de pruebas en el Circuito de las Américas, en Austin, le dejó sensaciones tan intensas que todavía le cuesta expresarlas con palabras después de aquella experiencia única.
Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, le brindó a Pitt la posibilidad de pilotar el monoplaza del equipo de 2023, el mismo coche con el que Lando Norris logró subir siete veces al podio y Oscar Piastri consiguió dos victorias en su temporada de debut en la máxima categoría. La preparación previa a la prueba se realizó en el centro tecnológico de McLaren en Woking, con reuniones técnicas, ajustes en el asiento y varias horas en el simulador. Sin embargo, aunque fue un paso importante, no fue suficiente para que Brad pudiera comprender a cabalidad las sensaciones reales de conducir un coche de Fórmula 1.
Una experiencia intensa en el circuito texano
La prueba en Austin evidenció claramente la diferencia entre las F2 modificadas que utilizaron durante la filmación y un vehículo auténtico de Fórmula 1. En los tres años en los que se rodó la película, Pitt y su compañero Damson Idris únicamente condujeron autos F2 alterados, preparados por Mercedes para adaptarlos a las escenas del filme. Estos coches, diseñados para parecerse visualmente a una F1, diferían en desempeño y sensaciones respecto a los monoplazas reales.
La diferencia se hizo sumamente evidente en los primeros giros del actor en el circuito de Austin. Como él mismo explica: “¿Cuál es la diferencia? Es enorme. La recuperación no tiene nada que ver con lo que había sentido antes. Es más, mucho más: más frenada, más velocidad, más potencia en las curvas.”. La sensación de avance y la aceleración lo intimidaron, pues creía tener cierta familiaridad con este tipo de máquinas gracias al rodaje, pero la realidad superó completamente sus expectativas.
En cuanto a las velocidades alcanzadas, Pitt revela que llegó a marcar aproximadamente 317 km/h en las rectas del circuito, cerca de su techo personal. A pesar de ello, la experiencia estuvo acompañada de cierta frustración, pues confesó en el podcast que su deseo era llegar a los 322 km/h, los 200 millas por hora. “Quería realmente llegar a los 200 mph. Se siente raro no conseguirlo, todavía me queda esa espina”, admitió.
Sentimientos indescriptibles en la cabina
Conducir un monoplaza de F1 le permitió vivir sensaciones que describir con precisión resulta complicado para Pitt. El actor se quedó impresionado por la mentalidad que requiere estar al volante de una F1. Lejos de la tensión extrema que a veces se imagina, explicó que la experiencia presenta un paradoja fascinante de concentración absoluta. En sus propias palabras: “Es precisamente en ese momento cuando uno puede descansar, sorprendentemente. Es el momento en que puedes tomar aire. Todo lo demás es intenso. Nunca he experimentado algo tan presente en mi vida. Estás completamente enfocado, pero sin tensión. Es como una especie de armonía sublime. Es realmente extraordinario.”.
El efecto del apoyo aerodinámico fue algo que lo impactó profundamente, aunque le resulta difícil expresarlo con precisión. En sus palabras: “Intento explicar esa sensación de apoyo aerodinámico y siempre falló. Se podría comparar con las montañas rusas, pero en realidad no es eso. Es como sentir un punto de apoyo debajo de tu cuerpo.”. Incluso al revisar sus recuerdos, Pitt no logra encontrar una referencia exacta que se asemeje a esa sensación, pero intenta definirla: “Una vez estuve en un avión de acrobacias y eso se acerca bastante, pero la verdad es que esa sensación es única, y el subidón de adrenalina es absoluto.”.
Además, Pitt compartió una foto en Twitter donde expresó su entusiasmo por el monoplaza MCL60, mostrando una sonrisa de satisfacción y entusiasmo.
Brad Pitt AMA la MCL60 🤩✅#McLaren | #F1TheMoviepic.twitter.com/AnJVygsDTK
— McLaren (@McLarenF1) June 25, 2025
Pitt no ha olvidado agradecer a quienes le brindaron esta oportunidad. “No puedo agradecer lo suficiente a Zak Brown y a todo el equipo. Pasé el día con Lando, estaba en las nubes,” compartió con emoción. Aunque esta primera experiencia en un coche de F1 le dejó un dulce sabor de boca, también admitió que todavía está eufórico días después, y confesó que ya tiene ganas de volver a la pista: “Quiero regresar y quiero batir mi propio récord. ¡Quiero ser más rápido!”.
La ficción y la realidad se fusionan en la pista
Esta prueba coincidió de manera perfecta con el estreno de la película F1 en las salas de Francia el 25 de junio, y su posterior debut en Norteamérica el 27 del mismo mes. Dirigida por Joseph Kosinski (conocido por Top Gun: Maverick) y producida por Jerry Bruckheimer, la cinta narra la historia ficticia de Sonny Hayes, un ex piloto de F1 que regresa a la competición tras treinta años de retiro.
En la película, se revela un retorno dramático de un antiguo promesa de los años 90, con Pitt compartiendo cartel con el actor británico Damson Idris, quien interpreta a Joshua Pearce, su joven compañero en el equipo ficticio APX GP. Además, la participación de Lewis Hamilton como productor y asesor técnico añade un toque de realismo y autenticidad a la trama, enriqueciendo la historia con sus conocimientos del mundo del automovilismo.