Un comienzo de temporada complicado… y luego brillante
El inicio de la temporada 2025 ha sido marcado por altibajos para Isack Hadjar, quien a los 20 años se ha establecido como una de las jóvenes figuras más interesantes del momento. Después de sus primeras carreras, donde logró colocar su coche en los puntos en tres ocasiones consecutivas, incluyendo una impresionante sexta posición en Mónaco y un séptimo lugar en España, el piloto del equipo Racing Bulls se sitúa ahora en noveno lugar en el campeonato de pilotos, confirmando las altas expectativas que se tenían de él.
Pero sus primeros pasos en la Fórmula 1 no fueron fáciles. En la primera carrera de la temporada, celebrada en Melbourne, Hadjar no pudo soportar la presión y abandonó la pista en medio de la lluvia, apenas después del formation lap. La escena fue emotiva; el joven piloto francés estuvo visiblemente angustiado, con lágrimas en los ojos, y tuvo que ser consolado en el paddock. En ese momento, recibió un apoyo inesperado que dejó huella: Anthony Hamilton, padre de Lewis Hamilton y en ese entonces recientemente incorporado al equipo Ferrari, le brindó palabras de aliento y apoyo.
La acción generosa y desinteresada de Anthony Hamilton fue ampliamente valorada, especialmente por Yassine Hadjar, padre de Isack, quien también es físico especializado en el campo de la física cuántica en la Universidad de Troyes.
“No estaba presente en el momento en que salió de la pista, habíamos llegado hacía poco con su madre. La ayuda de Anthony Hamilton en ese instante, sin que tuviera ninguna obligación de hacerlo, fue una muestra de nobleza que valoro muchísimo”, comentó Yassine Hadjar.
Un apoyo extraordinario en el garaje
Anthony Hamilton, una figura respetada y con influencia en el paddock, siempre ha destacado por su actitud humana y cercana, mucho antes de que su hijo Lewis alcanzara la gloria como siete veces campeón del mundo. La imagen del padre de Lewis consolando a un joven piloto en dificultades, el día mismo en que Lewis hizo sus primeros pasos en Ferrari, causó especial impresión en todos los presentes.
“Es en estos momentos cuando la verdadera grandeza se revela,”, comentó un miembro del paddock en España. La conexión que se estableció entre ambos se hizo aún más evidente cuando, en la parrilla del Gran Premio de España, se reencontraron y compartieron un cálido abrazo, lo que confirmaba que ese acto de apoyo en Melbourne no fue una mera casualidad.
Red Bull en el horizonte, pero con cautela
El ascenso meteórico de Hadjar no pasa desapercibido. Mientras que Yuki Tsunoda tiene dificultades desde que ascendió a la escudería principal de Red Bull y Max Verstappen acumula penalizaciones que podrían costarle una suspensión, no son pocos los que apuntan a Hadjar como una opción para un eventual reemplazo temporal en la escudería de las bebidas energéticas.
Sin embargo, varias fuentes indican que Racing Bulls todavía no ha definido claramente a un piloto para una posible sustitución rápida. La competencia entre Liam Lawson y Hadjar sería muy reñida, y en estos momentos ambos están en igualdad de condiciones para hacerse con esa oportunidad en un futuro cercano.
Un periodista cercano a Red Bull asegura: “Por ahora, no hay ningún plan realista para que Hadjar ocupe un lugar en el equipo principal de forma temporal.”. No obstante, la situación de Verstappen es delicada, ya que deberá afrontar las próximas carreras en Canadá y Austria sin cometer ninguna penalización, dado que si acumula una más, será automáticamente suspendido, lo que podría abrirle camino al joven talento francés.
Un deporte de altas prestaciones, humanidad y promesas de futuro
En un mundo de la Fórmula 1 donde a menudo prevalecen las estrategias de poder y los intereses, la historia de apoyo mutuo entre Yassine Hadjar y Anthony Hamilton nos recuerda que más allá de los resultados y los títulos, la emoción y el compromiso humano permanecen vigentes. La generosidad mostrada en un momento difícil se convierte en un ejemplo de los valores que todavía mantienen viva la esencia del deporte.
Este acto de solidaridad, en medio de un escenario a veces implacable, deja una enseñanza importante: en la Fórmula 1 también hay espacio para la empatía y la humanidad, cualidades que los Hadjar y Hamilton ejemplifican y que seguramente quedarán en la memoria de quienes presenciaron ese momento.