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Duelo, sorpresas y victorias: 6 hechos destacados del Gran Premio de Hungría

La presencia en el calendario de la Fórmula 1 desde 1986, tras una primera edición en 1936, ha convertido al Gran Premio de Hungría en una carrera emblemática y muy esperada por los aficionados al automovilismo. A pesar de la naturaleza estrecha y sinuosa del circuito, que presenta una dificultad particular para los pilotos, este evento ha sido escenario de momentos memorables que han quedado grabados en la historia de la máxima categoría del automovilismo mundial. A continuación, se realiza un recorrido por algunas de esas carreras que, por su intensidad, giros sorprendentes o protagonismo de grandes pilotos, marcaron el devenir del Gran Premio de Hungría en sus diferentes épocas.

1. 1986: un enfrentamiento entre dos brasileños

La edición de 1986 fue la primera que se consideró moderna desde su reanudación en ese año, y en ella se vivió un emocionante duelo entre dos campeones del mundo en su momento: Ayrton Senna con su Lotus y Nelson Piquet con su Williams. Desde el inicio de la carrera, la batalla fue intensa y marcada por un alternancia en el liderazgo. Durante la primera parte, Senna controlaba con autoridad, pero la velocidad y estrategia de Piquet comenzaron a evidenciarse en la segunda mitad.

En el giro 55, Piquet intentó un intento de adelantamiento en el primer viraje que no resultó, pero en la vuelta siguiente volvió a la carga. Después de la recta principal, el piloto brasileño se mostró astuto, fingió una maniobra hacia la derecha y, al llegar a la curva, superó a Senna desde el exterior. En una maniobra espectacular, patinando en la trazada sucia, Piquet logró completar su adelantamiento y tomar la punta, adjudicándose la victoria en una carrera que pasaría a la historia por su dramaticidad y destreza.

Al año siguiente, Piquet volvió a ganar en Hungaroring, coronándose así con su tercer y último título mundial. Por su parte, Senna conquistaría la edición de 1988 y, en esa misma temporada, se coronaría por primera vez como campeón de la Fórmula 1, sellando su lugar en la historia de este deporte.

2. 1997: una carrera casi épica para Damon Hill

Luego de conquistar el campeonato del mundo en 1996, Damon Hill sufrió un dura desilusión al final de esa temporada, siendo reemplazado en Williams por Heinz-Harald Frentzen. El piloto inglés encontró en las escuderías menos competitivas, como Arrows, la oportunidad de seguir compitiendo al máximo nivel.

Para la penúltima carrera de esa temporada, en Hungaroring, Hill llegaba con muy pocos puntos y apenas un único en su haber en todo el campeonato. Sin embargo, la clasificación le fue favorable, colocándolo en tercera posición, gracias a un coche y neumáticos Bridgestone que se adaptaron maravillosamente a las particularidades del circuito.

Desde el inicio, Hill superó a su antiguo compañero de equipo, Jacques Villeneuve, y en el undécimo giro protagonizó una maniobra brillante para adelantar a Michael Schumacher y tomar la cabeza de la carrera. Dominante, parecía encaminado hacia una posible victoria que sería considerada un logro extraordinario. Sin embargo, en el giro 75, con una ventaja de más de treinta segundos sobre Villeneuve, sufrió un problema hidráulico que dejó su monoplaza bloqueado en tercera velocidad. La situación fue catastrófica, y en los últimos metros fue pasado por su adversario canadiense, que terminó llevándose la victoria.

A pesar del incidente, Hill logró cruzar la línea de meta en segundo lugar, en una hazaña heroica, dado que su mecánica le impidió aprovechar completamente la carrera. No obstante, esa fue su último resultado puntuable esa temporada, y la decepción quedó marcada en su trayectoria.

3. Primeros triunfos de Alonso, Button y Kovalainen en 2003, 2006 y 2008

El Gran Premio de Hungría también sirvió como punto de inflexión para varios pilotos que más tarde alcanzaron la gloria en la máxima categoría. En 2003, en medio de una temporada en la que Michael Schumacher, Kimi Räikkönen y Juan Pablo Montoya peleaban por el campeonato mundial, surgió un joven español llamado Fernando Alonso. Con solo 22 años y manejando un Renault, Alonso dominó ese fin de semana. Durante la clasificación, logró su segunda pole position en su carrera, y en la carrera dominó con autoridad, manteniendo la primera posición desde el inicio hasta el final. Con un margen de más de 16 segundos sobre Räikkönen, incluso dejó atrás a Michael Schumacher, futuro campeón y figura de la temporada. Esa victoria en Hungría sería solo la primera de muchas, pues Alonso acumularía en su trayectoria 31 victorias y dos títulos mundiales, dejando claro su talento y su capacidad de rendir en diferentes condiciones.

Tres años después, en 2006, un joven y prometedor Jenson Button hizo su primera gran aparición en Hungaroring. Con solo 26 años y aún sin haber conseguido ninguna victoria en su carrera, una mala clasificación y un cambio de motor en su equipo le relegaron a la décimocuarta posición en la parrilla. Pero en la carrera del domingo, la historia cambió radicalmente. Räikkönen, que salió desde la pole y lideraba la prueba, tuvo un accidente al chocar con Liuzzi cuando intentaba adelantarlo, lo que provocó su retirada. Alonso, que lideraba la carrera tras el abandono de McLaren, perdió tiempo en su parada en boxes, perdiendo la posición y eventualmente estrellándose contra las barreras. En cambio, Button, con su Honda, aprovechó las circunstancias y, tras una carrera impecable, conquistó su primera victoria en la Fórmula 1, marcando el comienzo de una carrera que culminaría con su campeonato mundial en 2009.

En 2008, la lucha por el campeonato se centraba entre McLaren y Ferrari, con Lewis Hamilton y Kimi Räikkönen como figuras principales. Sin embargo, en Hungaroring, fue Heikki Kovalainen quien sorprendió a todos. Con un sexto puesto en la clasificación, empezó con desventaja frente a sus rivales, pero en carrera supo aprovechar las oportunidades. McLaren atravesaba dificultades, y eligen no usar neumáticos blandos, lo que favoreció a Kovalainen, quien se benefició también de los problemas de Massa, líder en ese momento. Con una estrategia inteligente y un duelo estratégico, Kovalainen logró su única victoria en Fórmula 1. Su triunfo fue un hito relevante en esa temporada y su carrera, confirmando que incluso en un circuito que suele ser propenso a las sorpresas, hay margen para que un piloto inesperado se lleve la gloria.

4. 2014: Ricciardo y la carrera loca en Budapest

El resumen de la final del Gran Premio de 2014 está marcado por el inicio de la era de los motores híbridos en la F1. Esa temporada, Mercedes dominaba totalmente, con sus pilotos Hamilton y Rosberg, que conquistaron la mayoría de las victorias y poles. Al llegar a Budapest en la 11ª carrera, Mercedes ya había conseguido nueve triunfos y también nueve poles, dejando claro quién mandaba en la temporada. Sin embargo, en ese fin de semana, todo cambió en la clasificación y la carrera.

Durante las sesiones de calificación, la suerte no estuvo del lado de Lewis Hamilton, cuyo coche se prendió fuego en los primeros minutos, forzándolo a partir desde el último puesto. La carrera, además, se complicó por condiciones climáticas cambiantes que descolocaron a todos los pilotos. En ese escenario impredecible, las figuras principales fueron Daniel Ricciardo y Fernando Alonso. Ricciardo, partiendo desde el medio del pelotón y tras superar a varios rivales, consiguió una victoria espectacular tras adelantar a Hamilton, que partía en segunda posición, en los últimos giros. Alonso, por su parte, también estuvo cerca de la gloria, y con una estrategia ajustada, finalizó en un podium que sería su última con Ferrari. Ricciardo conquistaba así su segundo triunfo de la temporada y de su trayectoria, siendo el único piloto que consiguió vencer a Mercedes en todo ese campeonato, en una de sus carreras más memorables y caóticas en Budapest.

5. 2015: la carrera que homenajeó a Bianchi

La carrera de 2015 en Hungaroring se vio marcada por un acontecimiento conmovedor y un homenaje justo al piloto Jules Bianchi. La semana anterior, Bianchi había fallecido en el hospital, tras no superar las heridas sufridas en un grave accidente ocurrido meses antes en Japón. La Fórmula 1 entera guardó un minuto de silencio para honrar su memoria antes de dar inicio a la prueba.

En la pista, el Gran Premio fue dominado por Sebastian Vettel, quien partió en tercera posición en una carrera marcada por accidentes y estrategias arriesgadas. Desde el primer giro, Vettel superó a los dos Mercedes y se colocó en la cabeza, mostrando un rendimiento que le permitió mantener la primera posición durante la mayor parte del recorrido. La carrera fue convulsionada por incidentes: los dos pilotos de Mercedes, Hamilton y Rosberg, tuvieron un choque en la salida, dejando a Hamilton en el último puesto, y más adelante Rosberg fue impactado por Ricciardo, lo que provocó una pinchadura y arruinó su competencia.

Vettel, en cambio, realizó una actuación sólida y, en un gesto de respeto y emoción, en la radio de su equipo expresó: “Gracias Jules, esto es para ti”, dedicándole su triunfo. La victoria del piloto alemán fue un homenaje sentido a un competidor que, en su breve pero impactante carrera, siempre dejó huella y que murió con la esperanza de volver algún día a competir en la máxima categoría.

6. 2021: la victoria histórica de Ocon en una carrera caótica

En 2021, poco después del éxito de Pierre Gasly en Monza, Francia vibró con la hazaña de Esteban Ocon, quien conquistó su primer triunfo en la Fórmula 1 en medio de una carrera llena de incidentes y caos. Desde la salida, los problemas se sucedieron: Valtteri Bottas no frenó correctamente y impactó a Lando Norris, que fue a su vez chocado por Verstappen, mientras que Sergio Pérez y otros pilotos también quedaron implicados en el desastre inicial. La carrera quedó interrumpida y neutralizada por un coche de seguridad.

Durante el relanzamiento, Lewis Hamilton, que partía en pole, tomó la punta pero no pudo mantener el liderazgo. La estrategia de neumáticos fue crucial, y en ese momento, con la pista seca, todos los pilotos, salvo Hamilton, optaron por los compuestos medios. El inglés, que continuó en pista con neumáticos intermedios y sin parar, quedó muy rezagado. Por otro lado, Ocon supo resistir la presión de Vettel y mantener la cabeza fría frente a un Hamilton en furiosa remontada. Así, en una muestra de resistencia y concentración, el piloto francés cruzó primero la meta, logrando su primera victoria en la categoría reina, en una de las carreras más impredecibles y emocionantes en la historia del Gran Premio de Hungría.

Este triunfo no solo significó una alegría para la escudería Alpine, sino que también quedó grabado en la memoria colectiva como una de esas gestas que demuestran que en la Fórmula 1, la perseverancia frente al caos puede llevarte directamente a la gloria.