Max Verstappen ha formalizado su solicitud de licencia ante la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) justo antes del Gran Premio de España 2025. Este documento, imprescindible para participar en prestigiosas competencias de resistencia como las 24 Horas de Le Mans o Daytona, no es simplemente un trámite administrativo. Sin embargo, en el caso del piloto neerlandés, la obtención de esta licencia fue prácticamente automática.
“Llené el formulario, pagué las tasas y una semana después ya tenía la respuesta”, declaró Verstappen a los medios de comunicación. Debido a su estatus de piloto de Fórmula 1 con una superlicencia, se le ubica de inmediato en la categoría Platinum, la máxima distinción dentro del sistema de clasificación establecido por la FIA en 2015. Este sistema tiene como objetivo equilibrar la competencia en las carreras con múltiples pilotos, valorando la experiencia y el nivel de cada competidor.
Además de los pilotos de Fórmula 1, la categoría Platinum incluye a aquellos que han quedado en el top 5 de campeonatos principales como el WEC, la Fórmula 2, la Fórmula E o la IndyCar. Se trata de un reconocimiento a su talento y a sus logros en diferentes disciplinas del automovilismo.
Un sueño de 24 Horas… pero con obstáculos que superar
Desde hace tiempo, Max Verstappen sueña con disputar las legendarias 24 Horas de Le Mans, una de las carreras de resistencia más emblemáticas del mundo del motor. Después de realizar un test reciente en GT3 con Emil Frey Racing en el famoso circuito de Nürburgring-Nordschleife, donde condujo bajo un seudónimo para mantenerse en el anonimato, también circulan rumores acerca de un posible interés en participar en las 24 Horas del Nürburgring.
No obstante, participar en esta competencia requiere un proceso muy específico, que incluye formación especializada y la participación en al menos dos carreras de la Nürburgring Langstrecken-Serie (NLS), con el fin de obtener la licencia A necesaria para pilotar en categoría GT3 en ese circuito, uno de los más exigentes y que combina el Nordschleife con los trazados del Gran Premio. Sin embargo, el calendario de Verstappen no le permite cumplir con estos requisitos en esta temporada, lo que hace poco probable que pueda participar en un futuro cercano.
La fuerte competencia, las reglas estrictas y la colisión de calendarios deportivos representan obstáculos reales. Por ejemplo, las 24 Horas de Le Mans coinciden frecuentemente con el Gran Premio de Canadá, y esto imposibilita que Verstappen pueda compaginar ambas carreras mientras siga en la Fórmula 1.
Oportunidades en categorías GT y resistencia más allá de la F1
Con su licencia en categoría Platinum, Verstappen tiene la posibilidad de inscribirse en otras grandes carreras de resistencia, como las 24 Horas de Spa, que constituye la prueba GT3 más importante en Europa. Actualmente, está vinculado al equipo Verstappen.com Racing, que participa en la GT World Challenge Europe Endurance Cup, con una Aston Martin Vantage GT3. Sin embargo, debido a su condición de piloto Platinum, no puede competir en la categoría Gold Cup, en la que está inscrita su escuadra, a menos que el equipo decida cambiar de categoría.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull Racing, reconoce el deseo de Verstappen de explorar ámbitos más allá de la Fórmula 1, pero subraya que la prioridad debe ser el Mundial de F1. “Sería complicado impedirle que lo haga, pero no podemos faltar a una carrera”, afirmó. La apretada y exigente temporada de la F1 limita de forma natural sus posibilidades de participar en eventos de resistencia o GT de forma regular.
Un proyecto familiar que alimenta el sueño: Verstappen padre e hijo en Le Mans
Otra faceta interesante es la intención declarada de Max Verstappen de competir en algún momento en las 24 Horas de Le Mans junto a su padre, Jos Verstappen, ex piloto de Fórmula 1. Jos, que en su día obtuvo la categoría Platinum, vio su licencia downgraded a Gold debido a su inactividad prolongada y a su edad. Esta reducción en su estatus refleja las normas de la FIA, que ajustan las licencias en función de la experiencia reciente y el criterio de edad.
En caso de que la dupla padre e hijo llegue a participar en Le Mans, lo más probable es que compitan en la categoría LMP2, debido a que la categoría LMGTE (anteriormente GT) requiere al menos un piloto con licencia Bronze, condición que no cumplen los Verstappen en la actualidad. Sin embargo, en las clases principales, como Hypercar y LMP2, los equipos suelen estar formados por pilotos fijos, por lo cual su presencia sigue siendo una hipótesis remota.
Jos Verstappen se mantiene cauteloso respecto a esta idea: “No soy lo suficientemente rápido para Max, así que por ahora prefiero descartar esa posibilidad”, afirmó recientemente.
Entre sueños y realidad, Verstappen sigue su camino
Obtener una licencia FIA en categoría Platinum abre un mundo de nuevas oportunidades para Max Verstappen, permitiéndole imaginar una carrera deportiva multilíneas y prolongada más allá de la Fórmula 1. Sin embargo, la realidad de su agenda, las regulaciones y sus requerimientos físicos actuales limitan de momento sus apariciones en pruebas de resistencia o categorías GT, aunque el sueño y las posibilidades permanecen latentes en su mente.