El pronóstico ya está decidido en la Fórmula E, aunque queden todavía dos carreras por disputarse en Londres
Con solo dos eventos por delante en la ciudad de Londres, programados para celebrarse en las próximas dos semanas, el campeonato de pilotos de la Fórmula E ya ha dictado quién será su nuevo campeón. Tras un incidente el día anterior, en el que tuvo que abandonar, Oliver Rowland logró esta vez completar la carrera y sumó los puntos necesarios para consolidar su posición en el campeonato y convertirse en el segundo piloto británico en conquistar el título en esta categoría.
Partiendo desde la octava posición, tras haber sido penalizado por una sanción debido a un toque con Stoffel Vandoorne en la jornada anterior, Rowland condujo con cautela, tomando pocas riesgos y focalizando sus esfuerzos en mantener el rendimiento de Pascal Wehrlein, su principal rival en la pista. El piloto alemán, que había logrado la pole position, era la mayor amenaza para el británico antes de que comenzara esta segunda competencia del fin de semana.
Sin embargo, el destino no estuvo de su lado, ya que Wehrlein sufrió un problema con sus ruedas en la pista. Al intentar alargar al máximo las activaciones de su modo de ataque, Wehrlein no logró recuperar terreno frente al pelotón y cruzó la línea de meta en decimoquinta posición. Con ese resultado, el actual campeón del mundo vio esfumarse sus esperanzas de mantener el título, y Jean-Eric Vergne, tras su destacada actuación, seguirá siendo por al menos otra temporada, el único doble campeón en la historia de la Fórmula E.
El piloto francés realizó una notable exhibición en las calles del aeropuerto de Tempelhof. Colocando su coche DS E-TENSE FE25 en el tercer puesto del podio, permitió que su escuadra mantuviera su posición en el campeonato por equipos, liderando ahora con apenas seis puntos de diferencia sobre Jaguar, que quedó en cuarta posición en esta carrera.
El equipo del Reino Unido fue uno de los grandes protagonistas del fin de semana en Berlín. Con la victoria de Mitch Evans en el primer evento, Nick Cassidy sumó su segundo triunfo en la temporada, tras el obtenido en Shanghai a principios de junio. Gracias a este resultado, el neozelandés ha escalado en la clasificación del campeonato y ahora incluso puede aspirar a terminar en segunda posición detrás de Rowland en la clasificación general.
Con este título, que representa el primero para un piloto de Nissan desde la creación de la categoría en 2014, Oliver Rowland se convierte en el décimo campeón en la historia de la Fórmula E en once temporadas disputadas. Además, es apenas el segundo piloto británico en coronarse en la serie, después de Jake Dennis hace dos años.
La temporada 11 llegará a su fin los días 26 y 27 de julio, con las dos últimas carreras que se disputarán en Londres, en el circuito del centro de exposiciones L’ExCeL.