Por primera vez desde el año 2014, Lewis Hamilton no logró subir al podio en el Gran Premio de Gran Bretaña. El piloto de Ferrari finalizó en la cuarta posición en Silverstone tras un fin de semana complicado, caracterizado por condiciones meteorológicas variables y decisiones estratégicas de su equipo que fueron cuestionadas. La racha de doce podios consecutivos en su país se interrumpe en esta carrera, en la que nunca logró encontrar el ritmo adecuado.
Un fin de semana prometedor que se vio afectado
Hamilton había comenzado con buen pie su fin de semana, dominando los primeros entrenamientos libres y mostrando un buen nivel comparado con los McLaren. Sin embargo, los problemas comenzaron desde la salida en la carrera. Partiendo desde la quinta posición, el siete veces campeón del mundo se ubicó en octava tras la primera parada en pits, justo en el momento en que apareció la lluvia en la undécima vuelta. Ferrari optó por hacerle entrar para cambiar a neumáticos intermedios, pero la estrategia no fue la más acertada en ese instante.
“Realmente no entiendo cómo podía estar en cuarta posición y terminé en octava. Eso hizo que la carrera fuera mucho más difícil”, declaró Hamilton. Quedándose atrapado tras los coches de media parrilla durante varias vueltas — primero detrás de la Alpine de Pierre Gasly, luego de la Aston Martin de Lance Stroll y la Sauber de Nico Hülkenberg — no pudo aprovechar su ritmo. “Estuve mucho tiempo bloqueado detrás de tres autos. Después intentamos hacer un undercut con una parada anticipada, pero fue muy complicado”, explicó ante los medios.
La batalla perdida contra Hülkenberg
El verdadero objetivo para Hamilton en esta carrera fue la lucha por la tercera posición, que se tensó en su enfrentamiento con Hülkenberg. El piloto alemán, que partió desde la vigésima posición, realizó una remontada espectacular y estaba en posición de lograr su primer podio en 239 Grandes Premios. La disputa por el tercer lugar parecía reanudarse, especialmente porque Sauber había hecho su cambio a neumáticos intermedios más temprano.
Hamilton parecía tener ritmo para acortar distancias; superó a Gasly en la vuelta 29 y a Stroll en la 35. Los aficionados en Silverstone comenzaron a ilusionarse con otra actuación de su piloto local, aspirando a su decimotercer podio. Sin embargo, Ferrari optó por llamarlo a pits en la vuelta 42 para colocarle neumáticos lisos, una decisión quizá demasiado precipitada. La pista todavía estaba húmeda, y en los primeros giros al salir, Hamilton cometió errores y perdió varias segundos.
“Fue realmente complicado. Este coche no se lleva bien en esas condiciones. Tuve un significantísimo deslizamiento y salí ancho en la curva 3, lo que me hizo perder mucho tiempo. Luego cometí varias equivocaciones. Demasiadas. Sin duda no fue un buen día”, comentó.
Hülkenberg entró en boxes una vuelta más tarde, con condiciones ligeramente más favorables, y salió delante de Hamilton. Desde entonces, el margen entre ambos nunca se recuperó. Aunque Hamilton logró un ritmo más fuerte al final y marcó el mejor tiempo en una vuelta, no pudo alcanzarlo. Hülkenberg, que mantuvo una posición sólida en el podio, consiguió mantenerse adelante.
Un monoplaza difícil de dominar
Más allá de las decisiones estratégicas, Hamilton se manifestó sobre el comportamiento inestable de su SF-25: “Probablemente sea el coche más difícil que he conducido en lluvia. Constantemente patina, especialmente en baja velocidad. Es realmente frustrante”, admitió. La Ferrari, especialmente impredecible en las curvas lentas, demostró ser difícil de manejar y muy impredecible, lo que le impidió tener la confianza necesaria para atacar a fondo.
En declaraciones a Sky Sports, describió sus sensaciones como el “peor sentimiento”. Comentaba que no podía confiar en la parte trasera del coche: “Cuando la auto patina todo el tiempo, no se puede generar confianza. El objetivo es acumular confianza para ir más rápido. Pero era como construir un muro que se derrumba cada vez. No avancé. Y eso fue exactamente lo que sentí durante la mayor parte de la carrera”.
Ferrari sin GPS y decisiones cuestionables
Además de las decisiones tácticas controvertidas, Ferrari enfrentó un problema técnico que complicó la gestión de la carrera. El director Frédéric Vasseur explicó que, tras diez vueltas, el sistema GPS de Hamilton dejó de funcionar.
Vasseur reveló que el equipo no tenía conocimiento exacto de la posición del piloto en la pista, lo que afectó especialmente la estrategia de paradas y cambios de neumáticos. Esta avería fue una de las causas que llevaron a decisiones subóptimas, como el momento del primer ingreso y la transición a neumáticos lisos.
El fin de una racha imbatible
Desde 2014, Hamilton no había abandonado Silverstone sin un podio. Doce años seguidos en los que acumuló una impresionante regularidad, con siete victorias entre 2014 y 2021, incluyendo seis consecutivas entre 2014 y 2017, además de triunfos en 2019, 2020 y 2021. Incluso en temporadas complicadas, logró estar en la zona de podio: fue segundo en 2018 y tercero en 2022 y 2023.
En 2024, su buen momento se vio reflejado en una victoria con carga emocional, tras más de dos años sin ganar. Esa constancia le había conferido un dominio absoluto en Silverstone, con nueve triunfos en su haber.
Sin embargo, esa destacada serie se cortó abruptamente en esta carrera. Hamilton contaba con todos los elementos: un conocimiento profundo del circuito, experiencia en condiciones variables y el apoyo del público. Pero las decisiones estratégicas erróneas y una Ferrari difícil de manejar en lluvia cortaron esa racha. Una serie que duró años con Mercedes y que termina en un decepcionante puesto en el podio.
Reflexiones a partir de los resultados
El resultado, aunque digno, deja un sabor agridulce. Hamilton suma su tercer cuarto puesto en esta temporada y todavía no ha logrado subir al podio (exceptuando las carreras sprint) desde su llegada a Ferrari. Por más frustrante que sea, ha encontrado aspectos positivos que valorar.
“Lo que puedo destacar de este fin de semana es que, desde los ensayos, estuve en ritmo. El equilibrio del coche en seco me pareció mucho mejor. Además, en la clasificación, fuimos mucho más sólidos. Hay varios puntos alentadores. En una carrera como esta, aunque el resultado no sea el esperado, se pueden sacar muchas enseñanzas. Ahora sé qué comunicar al equipo para evitar que ciertos aspectos vuelvan a afectar en el próximo año”, concluyó.