Los comisarios del Gran Premio de México emitieron una amonestación tanto al novato Arvid Lindblad como a Red Bull por obstaculizar al McLaren de Patricio O’Ward en la curva 9 durante la primera sesión de ensayos libres del viernes, a las 12:43 (seamos precisos). La decisión se fundamenta en el artículo 37.5 del Reglamento Deportivo 2025 relativo a las interferencias en pista.
Según las pruebas analizadas por los comisarios (videos, radios y datos de tiempos), O’Ward iba a toda velocidad en una vuelta rápida cuando alcanzó a la Red Bull más lenta del piloto de 18 años. Inicialmente se le advirtió de la proximidad del coche n.º 89; luego el novato recibió información errónea desde su box, vinculada a una interpretación defectuosa de datos GPS intermitentes durante la sesión. Como resultado, en la curva 9 la McLaren tuvo que ampliar la trazada hacia el escape para evitar cualquier contacto, y continuó sin daños.
La decisión de los comisarios
Los comisarios sostienen que, aunque Lindblad se hubiera desplazado ligeramente hacia la derecha de la trayectoria, disponía de opciones mejores para dejar pasar al coche más rápido de forma segura. El incidente se califica como una «obstrucción innecesaria» y objetivamente potencialmente peligrosa. El contexto —una sesión de ensayos sin impacto deportivo directo— pesó en la balanza: amonestación al piloto y amonestación al equipo, sin otra sanción.
En la sala de audiencias, ambos pilotos reconocieron que el box de Lindblad no había utilizado toda la información disponible para emitir indicaciones precisas, y que el piloto podría haber elegido una línea distinta para facilitar el adelantamiento. Una forma cortés de recordar que, incluso en la EL1, la convivencia en pista no admite radios borrosos ni GPS caprichosos. La F1 es, a veces, un ballet milimétrico donde medio segundo de retraso en la información puede terminar empujándote hacia la escapatoria…