Las semanas pasan y en ningún momento se parecen entre sí para Mercedes. Tras un fin de semana brillante en Canadá, donde lograron un doble podio — con George Russell en la primera posición y Antonelli logrando su primer podio en tercera, la escudería alemana sufrió una verdadera pesadilla en el circuito de Spielberg. La carrera de Antonelli duró apenas un sector, mientras que la de Russell fue excesivamente larga, quizás demasiado considerando la gran diferencia en tiempos con los pilotos de McLaren y Ferrari. Para el piloto británico, la conclusión está clara: su coche no rinde bien cuando las temperaturas son demasiado altas.
El fin de semana había comenzado de manera prometedora para Russell, recientemente ganador en Canadá, tras marcar el mejor tiempo en la primera sesión de entrenamientos libres. La temperatura durante esa mañana fue de 24°C en el ambiente y 34°C en la pista, condiciones que favorecían a Mercedes para ofrecer un buen rendimiento. Sin embargo, el domingo, las temperaturas en la pista rozaban los 50°C, provocando que los monoplazas alemanes perdieran mucha eficiencia, afectando claramente su desempeño.
Un monoplaza demasiado sensible al calor intenso
Finalmente, al terminar en la quinta posición, a más de un minuto del ganador, la actuación del ex piloto de Williams quedó lejos de los mejores. Durante toda la carrera, no pudo mantener el ritmo de las McLaren ni Ferrari. Tras el gran premio, Russell fue bastante realista y atribuyó la caída en rendimiento a la temperatura. En sus declaraciones a los medios, incluido RaceFans, afirmó: «Conocemos los límites de nuestro vehículo, y estos dos últimos fines de semana lo han reflejado claramente».
Además, añadió: «Cuando estamos en Canadá y no hay sobrecalentamiento de los neumáticos, somos los más rápidos. Pero en circuitos donde hay mucho calor, como aquí, Imola o Barcelona, nuestro rendimiento se desploma. Necesitamos solucionar ese problema urgentemente».
Un inconveniente persistente difícil de solucionar
La frustración se agrava aún más por tratarse de un problema que acompaña a Mercedes desde hace varias temporadas. Russell, que ya conquistó cuatro victorias en Fórmula 1, no puede evitar sentirse desilusionado: «Esto lleva ya dos años. Todavía no tenemos muchas respuestas. Tenemos muchas ideas, pero lo importante es que controlemos esta situación, especialmente pensando en el próximo año, cuando los neumáticos seguirán sobrecalentándose».
El piloto expresó también su deseo de que la Fórmula 1 fuera diferente, más similar a un campeonato de invierno: «En algunas carreras podemos aprovechar, como en Las Vegas, Canadá o Silverstone el año pasado. Pero la realidad es que la mayoría de las competencias se llevan a cabo en verano, en todas partes. ¡Me gustaría que la Fórmula 1 fuera un campeonato invernal!».
Desde el punto de vista técnico, Andrew Shovlin, jefe de ingeniería en pista, confía en que la carrera en Spielberg, aunque decepcionante, aportó datos valiosos para Mercedes. En sus palabras, «Las altas temperaturas de aquí volvieron a evidenciar nuestras debilidades, y trabajaremos arduamente para resolverlas en las próximas carreras. Después de sufrir tanto en condiciones calurosas, ahora tenemos una idea más clara de dónde estamos y qué acciones hay que tomar para mejorar nuestro rendimiento».
Las soluciones a estos problemas deben encontrarse con celeridad, dado que la temporada estival recién comienza y con ella llegan carreras en condiciones climáticas extremas. La próxima prueba será en Silverstone, donde Mercedes logró una victoria la temporada pasada, así que el equipo tendrá que esforzarse aún más para adaptarse a las altas temperaturas y volver a pelear en los puestos de cabeza.