El comienzo accidentado de Isack Hadjar en Silverstone
Partiendo desde la posición 12 en la parrilla de salida del Gran Premio de Gran Bretaña, Isack Hadjar tenía la expectativa de dejar una buena impresión, especialmente en un día marcado por la lluvia en Silverstone. Sin embargo, la suerte le reservaba un desenlace mucho menos favorable. En el momento en que la carrera alcanzaba su 17º giro, la situación se tornó dramática. Durante un período bajo la bandera de coche de seguridad, Hadjar protagonizó un episodio que marcaría su incursión en la F1 más allá de lo previsto. En esa acción, colisionó con el monoplaza de Kimi Antonelli, un accidente que forzó la salida de su rival en ese momento. La situación no quedó allí; poco después, Antonelli también tuvo que abandonar la carrera debido a los daños sufridos en aquel incidente. La causa principal fue la escasa visibilidad provocada por las salpicaduras de agua, que hicieron que la maniobra se volviera casi imposible de controlar para el joven piloto francés. La frustración fue evidente, aunque Hadjar mostró una actitud madura al aceptar su responsabilidad y destacar que esta caída era también parte del proceso de aprendizaje en su primera temporada en la categoría.
“Sinceramente, sabía que el reinicio sería muy complicado, no podía ver nada durante toda esa vuelta,” confesó a Canal+. “No me di cuenta de lo que venía. Cuando conseguí algo de visibilidad, ya estaba en la parte trasera del coche de Antonelli.”
Las imágenes disponibles reflejan claramente lo instantáneo e implacable del incidente. Hadjar, que volvía a toda velocidad, se encontró cegado por las proyecciones de agua, sin poder distinguir qué había justo frente a él. La colisión ocurrió en un abrir y cerrar de ojos y, en ese momento, el piloto francés aún no había conseguido recuperar la vista suficiente para evitar el golpe. “Fue en ese instante cuando comencé a distinguir la luz,” narra Hadjar. “Ya estaba debajo de su coche en el impacto.”
La asunción de responsabilidades por parte de Hadjar
A pesar del choque, el piloto joven no busca culpar a su rival por el accidente. Más bien, refleja una comprensión madura de la situación. “Creo que Kimi tomó la distancia necesaria. Yo, en cambio, no lo hice. Podría haber sido más cauteloso, quizás. Pero el problema principal fue la visibilidad, que fue casi nula,” explica.
Antes de la colisión, Hadjar había demostrado un inicio prometedor en la carrera. Cuenta que realizó una elección estratégica de montar neumáticos slick en el momento oportuno, y que durante un tramo largo se mantuvo en la estela de Charles Leclerc, disfrutando de un ritmo competitivo. “El ritmo estaba allí, y manteníamos nuestro lugar. Pero al final, dejamos de seguir nuestra estrategia inicial,” indica.
Aunque la decepción fue evidente, el joven piloto francés prefiere centrarse en las lecciones que extrae de esta experiencia. “He aprendido bastante. He llegado a afrontar los primeros giros en condiciones muy difíciles. Ahora sé qué no debo volver a hacer,” afirma con madurez.
En Silverstone, Hadjar no culminó la carrera, pero salió con un aprendizaje valioso sobre la dureza y el desafío que representa la Fórmula 1 en condiciones pluviosas. Es en ese especie de neblina y dificultad donde, frecuentemente, se forjan las enseñanzas más duraderas y significativas para los futuros pilotos.