Oscar Piastri no mostró titubeos durante los 72 giros que integraron el Gran Premio de los Países Bajos. El piloto australiano dejó claro que estuvo a la altura de la cita, defendiendo con contundencia frente a su compañero de equipo, quien evidenció un ritmo notable, sobre todo hacia el tramo final de la prueba. No obstante, la fiabilidad traicionó a Lando Norris, que se quedó fuera cuando la carrera llegaba a su tramo decisivo, dejando inutilizable su McLaren a pocas vueltas del desenlace.
Con esa retirada, Isack Hadjar aprovechó para conseguir un fin de semana redondo y asegurarse un lugar en el podio. El piloto francés sostuvo a George Russell tras él hasta la bandera de cuadros, lo que le permitió convertirse en el más joven representante francés en subir a un cajón en la historia de la Fórmula 1.
La carrera resultó sumamente movida, repleta de toques y salidas de pista. Lewis Hamilton cometió un error en la curva 3, cerca del tercio inicial de la prueba, perdiendo el control de su monoplaza y golpeando contra las protecciones. Este incidente obligó a la aparición del coche de seguridad. A la reanudación, se produjeron varios roces, destacando especialmente el que involucró a Carlos Sainz y Liam Lawson.
Más adelante, Kimi Antonelli y Charles Leclerc se vieron en contacto. El italiano creyó haber encontrado un hueco para avanzar, pero no consiguió completar la maniobra y terminó enviando al piloto de Ferrari contra el muro.
Lance Stroll, que había arrancado el fin de semana con un inicio complicado, terminó situándose en la zona de puntos, justo por delante de su compañero de equipo, quien se mostró muy áspero por radio, criticando de forma contundente la estrategia de Aston Martin.