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Oscar Piastri quedó tercero en la clasificación y eso es todo lo que podía esperar.

Oscar Piastri tomará la salida desde la tercera posición en el Gran Premio de Singapur, situándose por detrás de George Russell y Max Verstappen. Una actuación limpia, sin alardes pero sin errores, que se corresponde con su fin de semana hasta ahora: meticulosa, inteligente, eficaz.

« Evidentemente, me habría gustado sacar más rendimiento, pero no creo que tuviéramos cuatro décimas para pelear por la pole », reconoció el piloto de McLaren tras la sesión. « En general, estoy bastante satisfecho. Ha sido un buen fin de semana hasta ahora, hemos progresado mucho, y la cronometrada ha sido bastante limpia. Es todo lo que podría esperar. »

Una sesión controlada, pero sin milagros

La primera vuelta de Q3 parecía prometedora. « Mi primer giro en Q3 me pareció correcto, no parecía un giro cuatro décimas más lento que los demás. Pero creo que simplemente no teníamos el ritmo esta noche », explicó el australiano. « Es un poco una sorpresa para nosotros, porque todo estaba muy igualado durante las pruebas. Íbamos con confianza, pero claramente nos faltó algo ».

Además, una pequeña frustración en Q1 cuando una bandera amarilla le obligó a recortar su vuelta rápida: « Siempre es molesto en un circuito urbano cuando no puedes encadenar las vueltas. Sentía que tenía que recuperar el tiempo perdido. Alex (Albon) hizo todo lo posible para apartarse, pero eso me costó una vuelta. Todavía hay ajustes por hacer en la gestión de las banderas amarillas. »

Consciente del ritmo de carrera

Piastri, sin embargo, se mantiene con los pies en la tierra antes de la carrera del domingo: « Va a ser difícil adelantar aquí. Realmente hace falta un gran delta de ritmo para pasar a alguien. Veremos si lo tenemos mañana. Los relevos largos fueron complicados para todos con las banderas rojas, así que no tenemos demasiados datos. No diría que estamos más confiados que antes de la clasificación, pero ya veremos qué podemos hacer. »

Sin estridencias, sin excusas, solo el Piastri más puro. Tercero en la parrilla, con un ritmo sólido en la mano y la mente ordenada: en resumen, Óscar quizá no haya encendido la mecha de la explosión, pero sí demuestra constancia. Y en Singapur, a veces esa consistencia vale más que la locura de las calles estrechas de la ciudad-estado…

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