En una entrevista exclusiva en el podcast Desde el Paddock, Sergio Pérez compartió su visión personal sobre su salida de Red Bull a finales de 2024. El piloto mexicano responsabiliza directamente a la escudería austríaca por la empeoramiento de su entorno laboral y revela que, en la actualidad, la propia organización lamenta la decisión tomada.
Un ambiente tóxico generado por la misma escudería
Pérez se expresa con total sinceridad respecto a cómo Red Bull manejó su situación. El mexicano denuncia que se creó un ambiente nocivo que terminó afectando a todo el equipo. «Al final, así funcionan las cosas en este deporte. Se tomaron decisiones por la presión que ellos mismos generaron», afirma.
El piloto relata cómo empezó esta espiral negativa, la cual se remonta a la extensión de su contrato. «Yo tenía un contrato firmado en Mónaco, pero desde la carrera siguiente todos discutían sobre mi futuro, cuando en realidad ya tenía un acuerdo en vigor.» Según él, esta situación podría haberse evitado de manera sencilla: «A la escudería le habría resultado fácil protegerme y decir: «¿Saben qué? Tenemos un piloto firmado por los próximos dos años». Pero no fue así. A partir de ese momento, solo se habló de Red Bull carrera tras carrera.»
Esta mala gestión tuvo un impacto directo en el clima de trabajo dentro del equipo. «En definitiva, la presión desde mi box era muy elevada… eso afectaba a los ingenieros, a todos los que estaban involucrados, y creo que al final esto nos terminó costando mucho», lamenta Pérez.
La caída tras la salida de Newey y Wheatley
Para Pérez, el declive de Red Bull tiene sus raíces en una serie de salidas estratégicas que debilitaron al equipo. El primer golpe importante fue la marcha de Adrian Newey en mayo de 2024. «No hemos dominado en una era como la de Mercedes, que contaba con ventajas en el motor. Aquí, la diferencia era muy pequeña, y teníamos un gran equipo. La salida de Newey marcaron el comienzo de muchos problemas».
El abandono del director deportivo Jonathan Wheatley en agosto de 2024 para unirse a Sauber/Audi agravó aún más la situación. «Luego, Wheatley se fue, que era una pieza fundamental del equipo», continúa el mexicano. Esta pérdida de figuras clave coincide perfectamente con la bajada de rendimiento de Pérez, quien no pudo volver a exhibir las mismas buenas actuaciones de las primeras seis carreras tras la partida de Newey en las últimas 16 competencias de la temporada.
Los resultados del equipo reflejan claramente este deterioro. Red Bull, que dominó en la primera parte de 2024, finalizó en tercer lugar en el campeonato de constructores, solo por delante de McLaren y Ferrari, con Max Verstappen luchando por obtener su cuarto título consecutivo en la categoría.
Reemplazos que confirman los arrepentimientos del equipo
El desempeño de los sustitutos de Pérez refuerza sus declaraciones y explica los remordimientos que menciona. Liam Lawson solo pudo completar dos Grandes Premios antes de ser reemplazado por Yuki Tsunoda, quien no logró subir más allá del noveno puesto en ocho carreras con Red Bull. Esto contrasta con las críticas de Helmut Marko en su momento, cuando acusó a Pérez de privar al equipo de bonus tras perder el campeonato de constructores.
Esta inestabilidad continúa en 2025, año en el que Red Bull ocupa la cuarta posición en el mundial de constructores, a 212 puntos de McLaren, líder del campeonato, sin haber logrado restablecer la estabilidad que caracterizaba la era Pérez-Verstappen.
«Ellos están muy arrepentidos»
El piloto mexicano revela que ha sido informado de que la escudería Red Bull lamenta ahora su decisión. «Sé que en el fondo están muy arrepentidos, lo sé de muy buena fuente», confía. Esta revelación no le llena de satisfacción personal: «La gente podría pensar que me alegro por ello, pero no… teníamos un equipo grande, que al final se fue desgastando poco a poco».
La temporada 2024 comenzó con buen pie para Pérez, quien finalizó entre los cinco primeros en las seis primeras carreras. Pese a firmar una extensión de contrato hasta 2026 tras su buen rendimiento inicial, Red Bull decidió liberar a Pérez antes de que esta renovación entrara en vigor. Y mientras la escudería austríaca lucha por volver a sus niveles pasados, los arrepentimientos expresados por el expiloto mexicano resuenan con cierta amargura.