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Lando Norris supera a Lewis Hamilton y entra en la historia en Mónaco

Desde 2019, la referencia en la pista de Mónaco había sido Lewis Hamilton, quien estableció un tiempo de 1’10»166 en clasificación. Este registro se mantuvo como un récord imborrable durante seis años consecutivos, incluso en un contexto donde los monoplazas, debido a las nuevas regulaciones técnicas, han incrementado en peso y tamaño. Sin embargo, a pesar de que los autos se vuelven cada vez más grandes y pesados, los ingenieros de la Fórmula 1 continúan perfeccionando cada aspecto técnico, buscando siempre esas milésimas que marcan la diferencia en una pista tan exigente como la monegasca.

Con la llegada de unas reglas nuevas previstas para 2026, las actuales máquinas de F1 siguen desafiando los límites establecidos, llevando al máximo la capacidad de rendimiento de los monoplazas. El resultado de estos esfuerzos es que las prestaciones siguen mejorando constantemente, superando todas las predicciones y pronósticos realizados hasta ahora.

Una clasificación llena de intensidad y precisión milimétrica

El sábado 24 de mayo, las condiciones climáticas jugaron a favor de los pilotos para la última fase de clasificación, conocida como Q3. La temperatura del aire alcanzaba los 23°C, la pista se calentaba a 39°C y casi no había viento; un escenario ideal para esforzarse por la pole position. En estos momentos, los pilotos de McLaren optaron por calzar neumáticos nuevos del compuesto C6, los ultra-tendencia introducidos por Pirelli una semana antes en Imola.

Este neumático más suave y rápido hizo su debut en la Fórmula 1 en esa carrera en Imola, dando a los equipos una nueva arma para buscar mejores tiempos. Cuando restaban menos de cinco minutos para que terminara la sesión, Lando Norris salió a demostrar de qué estaba hecho. Su primer intento fue ya impresionante: marcó un tiempo de 1’10»125. La mayoría en su box celebraba, especialmente porque su compañero Oscar Piastri quedó a solo 15 milésimas con un registro de 1’10»140.

Poco después, en un giro algo inesperado, Charles Leclerc mejoró su propio tiempo y logró un 1’10»063, tomando provisionalmente la pole position. La tensión aumentó cuando Piastri también ajustó su marca, reduciéndola a 1’10»129, mejorando en 11 milésimas. Norris, que no había dado por perdido su combate, se concentró para su último intento, aprovechando la pista despejada y poniendo en marcha toda su experiencia y concentración. En esa tanda final, recurrió a toda su habilidad para obtener el mejor resultado posible.

Un pilotaje magistral en una vuelta decisiva

El último giro de Norris fue simplemente excepcional. En el primer sector, logró un buen ritmo, aunque se encontró un poco por detrás de su compañero. Sin embargo, en el segundo, logró recuperar algo de tiempo, aunque no fue suficiente para aventajar a Leclerc en ese momento. En el tramo final, Norris se lanzó sin coto, poniendo a prueba los límites de su monoplaza en cada metro. Sus maniobras fueron precisas, sin errores, con un control absoluto en los momentos críticos. Cuando cruzó la línea de meta, su cronómetro señalaba 1’09»954, destronando a todos y logrando la pole position, además de establecer un récord absoluto en el circuito de Mónaco. La velocidad media de esa vuelta fue de 172,618 km/h, impresionante considerando la estrechez y las curvas laberínticas de la pista monegasca.

Los tiempos parciales de cada sector durante esa vuelta definitiva de Norris y los mejores registros generales fueron los siguientes:

  • Sector 1: 18.216 segundos (Oscar Piastri: 18.170 s)
  • Sector 2: 33.254 segundos (Charles Leclerc: 33.180 s)
  • Sector 3: 18.484 segundos (Lando Norris: 18.469 s)

Dos datos interesantes surgen de estos resultados:

  • 1. Aunque Norris no lideró ninguno de los sectores en su vuelta de pole, la constancia y la coherencia en su pilotaje marcaron la diferencia definitiva.
  • 2. Si sumamos los mejores parciales de cada sector, obtenemos un tiempo teórico de 1’09»819; sin embargo, preferimos dejar ese récord para una futura ocasión.

Un momento que quedará para los libros de historia

El logro de Norris no solo fue técnicamente espectacular, sino también cargado de simbolismo y significado histórico. Se convirtió en el primer piloto en bajar de los 70 segundos en el icónico circuito de Mónaco, lo que ya es un hito en sí mismo. Pero más allá del tiempo, lo que llamó la atención fue la forma en que logró ese resultado: un control absoluto, sin errores ni excesos, demostrando una inteligencia de pilotaje notable en uno de los trazados más tramposos y peligrosos del calendario de la Fórmula 1. Sin duda, este momento permanecerá en la memoria de todos los aficionados como uno de los hitos recientes en la historia de este deporte, reflejando no solo la velocidad, sino también el arte y la precisión de un campeón en su mejor expresión.