Un fabricante que se queda sin uno. En Austin, Porsche expresó dudas sobre su futuro en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC). Nuestros colegas alemanes de Auto Motor und Sport indicaban que la gestión del Balance de Rendimiento (BoP) por parte de la ACO no era del agrado de la marca. Este factor clave ponía en entredicho su compromiso con la categoría Hypercar.
Un mes más tarde, Porsche difundió un comunicado anunciando su retirada al término de la presente temporada. «Lamentamos profundamente que, dadas las circunstancias actuales, no podamos continuar nuestra participación en el WEC tras finalizar esta temporada», declaró Michael Steiner, miembro del consejo de administración responsable de investigación y desarrollo.
Por otro lado, en lo que respecta a IMSA, Porsche mantendrá su implicación. Detrás de esta elección hay, en parte, motivos puramente económicos. Las ventas de la marca han caído a raíz de la introducción de aranceles a la importación en Estados Unidos y de la caída de la demanda en China. En julio, el CEO Oliver Blume anunció un plan para reducir la plantilla en un 10% antes de 2029.
Además de IMSA, Porsche seguirá participando en la Fórmula E. Según la firma, esto permitirá «adquirir conocimientos valiosos para sus coches deportivos eléctricos de serie. En un entorno tan competitivo, seguiremos avanzando en el desarrollo de vehículos de altas prestaciones.»