Con la final de la ELMS acercándose, Célia Martin realiza un balance de su temporada junto a las Iron Dames. Desde sus inicios en la categoría GT3 en Qatar, pasando por el WEC y su paso por Barcelona en la ELMS, la piloto francesa ha progresado de manera notable.
¿Cómo te sientes en este circuito de Portimão?
Bastante bien. Regresar a un trazado que ya conoces ayuda. El coche no es sencillo, pero en mi caso se ajusta. Somos las tres muy confiadas entre nosotras. La ventana de uso es estrecha, pero el ánimo es positivo. El test de bronce resultó muy esclarecedor. Veremos cómo transcurre lo que viene, pues pueden pasar muchas cosas. Hemos visto en Silverstone que se puede lograr la pole y…
¿Cómo valoras tu evolución a lo largo de la temporada?
Estoy muy satisfecha con mi avance, porque representar el nivel tanto del WEC como de la ELMS ha sido un gran desafío. Pero me atraen estos retos; conllevan una buena presión. Reconozco áreas por trabajar, especialmente en las cualificaciones, que son más un tema mental que técnico. Estoy aprendiendo a un ritmo enorme y eso me convierte en una piloto más completa.
¿Esas áreas a trabajar significan esforzarte para obtener las últimas décimas?
No, todo lo contrario. Soy muy perfeccionista y siempre quiero ir más allá, cuando a veces lo mejor es avanzar con más calma. Se trata de la mentalidad en el ejercicio: relajarse un poco, tomar las cosas con más tranquilidad. No se trata de salir buscando la vuelta perfecta, porque eso rara vez sucede. A veces parece que has hecho la vuelta ideal y, aun así, puedes terminar en tercer lugar; o puedes completar una vuelta media y obtener el mejor crono.
Puede que el tiempo te sorprenda, pero a veces alcanza para estar por delante. Hay que reconocer que tu rendimiento es suficiente.
¿Crees que haber participado en la Michelin Le Mans Cup te ayudó a afrontar estos trazados para la ELMS?
Totalmente. Es una ventaja real conocer la pista. En el WEC hacia el final de la temporada no me siento tan cómoda; se nota. Me siento más suelta en los circuitos que ya conozco; la memoria del cerebro se activa, basta con reenlazar y ajustar según el agarre. Hay una memoria que juega a tu favor.
Portimão es un trazado con mucho desnivel, que me recuerda en parte a la Nürburgring Nordschleife. Hay similitudes, aunque aquí hay tramos más técnicos. Es un verdadero placer pilotar por aquí; la pista exige mucho. Para mí, es uno de los trazados más físicos de la temporada. No sé si es por el final de año, pero tengo esa sensación. Solo hay una recta por la que puedes respirar; hay un gran tráfico que gestionar.
¿Matemáticamente, las Iron Dames aún son candidatas al título, te sientes implicada personalmente?
No he pedido a Chat GPT que me prepare escenarios posibles. No lo hice porque es tan imprevisible que prefiero dejar el resultado a la sorpresa; todo puede ocurrir. A veces estábamos seguras de subir al podio y, al final, no fue así. Esta temporada ha sido como una montaña rusa. Creo que aún hay opciones de convertirnos en subcampeonas.
Cuando miras la clasificación del equipo, tanto en WEC como en ELMS, parece que no refleja la verdadera performance del conjunto.
Es cierto. Parece que nos persigue una mala racha. Hemos dejado escapar oportunidades, pero, sinceramente, hemos vivido abandonos como el de Austin. En Fuji, la estrategia no fue óptima. En Sao Paulo, no estábamos lejos. En Le Mans ocurrió algo similar. Son momentos en los que estamos presentes, pero es deporte de motor: hace falta suerte, que todo se alinee. Un campeonato es, en esencia, la recompensa para el equipo que ha hecho el mejor trabajo.
No digo que mi trabajo haya sido deficiente, pero al inicio de la temporada cometí errores; desde Le Mans hago esfuerzos para no repetirlos y mantengo una constancia en mi rendimiento.