Heusinkveld, durante mucho tiempo la referencia en pedales de alta gama, aprovechó la SimRacing Expo para presentar dos novedades que marcan la diversificación de su catálogo: el One, un volante de 599€ y una versión mini de su cambio secuencial a 259€.
El Heusinkveld One: su primer volante
Es una novedad para la firma neerlandesa. Hasta ahora, la marca se había centrado exclusivamente en pedales —los Sprint y Ultimate+ que equipan tanto a aficionados como a pilotos profesionales. Con el «One», ya anunciado en septiembre de 2025, Heusinkveld se aventura en el mercado de volantes con una propuesta clara: sin réplicas, solo eficiencia.
Diseño pensado para el simracing, no para la copia
El One no es un volante de Mercedes GT3 ni de Ferrari. Es un producto concebido específicamente para la ergonomía en el simracing. El objetivo declarado: buenas sensaciones en las manos y botones bien ubicados, de fácil acceso.
En un mercado plagado de réplicas ultra fieles, Heusinkveld apuesta por la eficiencia pura en lugar del mimetismo. Una estrategia que comparte con Cube Controls y su gama ASTRA.
Ligero, inalámbrico y con una autonomía impresionante
Con un diámetro de 270 mm, el One ocupa la franja de volantes compactos, ideal para monoplazas y GT modernos. Su peso de 1.024 gramos sorprende. Para conseguir ese número, la firma ha optado por un compuesto reforzado con fibra en lugar de aluminio.
El volante es completamente sin cables y funciona con una batería recargable vía USB. Heusinkveld estima una autonomía de 60 horas con todas las LEDs encendidas y “varios meses” en modo de espera sin iluminación. Si estas cifras se mantienen, resuelven por completo la cuestión de la autonomía.
La conexión se realiza mediante un dongle propio, sin Bluetooth. Un elección técnica para asegurar la menor latencia posible y una conexión estable en competición.
Funciones bien pensadas
En lo que respecta a la iluminación, el One integra 9 LEDs RGB configurables vía SimHub. Telemetría, cuenta vueltas, banderas: todo puede adaptarse a las necesidades del usuario.
Un detalle interesante es la posibilidad de asignar un botón a una función de “desplazamiento” que modifica la función de todos los demás botones. Es casi como un Caps Lock en un teclado. Resultado: se duplica el número de comandos disponibles sin añadir botones físicos.
Las levas pueden desplazarse hacia dentro o fuera y su longitud se ajusta con facilidad. En la parte trasera, el hub se conecta en 6 puntos a un diámetro de 50 mm (no 70 mm, como es habitual), con compatibilidad para la mayor parte de los quick releases del mercado.
599€ en unas semanas
Heusinkveld posiciona el One en 599€, con una salida prevista “en unas semanas”. Un precio que lo coloca frente a Cube Controls CSX o Asetek Simsports. Sí, la apuesta de gama alta está asumida.
Queda por ver si este enfoque ergonómico encontrará su público en un mercado dominado por réplicas y si los simracers se dejarán seducir por la propuesta de una marca que, pese a su prestigio con los pedales, ha estado relativamente discreta en los últimos años ante una competencia cada vez más agresiva.
El MagShift Mini: el cambio secuencial compacto
Heusinkveld ya tenía el MagShift en su catálogo, un cambio secuencial con sistema magnético ajustable. Ahora la firma propone una versión Mini, más compacta y con un precio más accesible.
Misma filosofía, formato reducido
El MagShift Mini recupera el concepto probado: un secuencial en el que se puede ajustar la firmeza de la pasada de marcha gracias al sistema magnético patentado de la marca. Esta versión es más compacta, con una variante de pomo más larga prevista para este año para quienes prefieren una palanca más elevada.
El software propietario permite asignar varias funciones a un mismo movimiento. Un ejemplo práctico: tirar de la palanca para engranar una marcha, mantener la tracción más tiempo para activar el punto muerto. Resulta bastante práctico.
259€: asequible para un producto de Heusinkveld
El precio del MagShift Mini se fija en 259€, o 273€ con el soporte angular. Una posición que lo hace más asequible que el MagShift estándar, y que, a priori, mantiene la calidad asociada a la marca.
En un mercado donde los cambios secuenciales van desde 100€ (entrada de gama plástica) hasta más de 500€ (ultra premium), el Mini se sitúa en un rango intermedio interesante. Suficientemente costoso para garantizar una fabricación sólida, lo bastante asequible para no limitarse a setups de alto nivel. Veremos cómo se comporta en la práctica.
Una diversificación necesaria tras años de calma
Nos alegra ver a Heusinkveld volver a la acción. Estos dos anuncios marcan, de hecho, un giro en su estrategia y, sobre todo, un regreso notable tras un periodo de relativa discreción. El último producto importante de la firma neerlandesa data de los pedales Ultimate+ en 2021. Desde entonces, pocas novedades relevantes.
Un breve repaso histórico. En 2022-2023, Heusinkveld se centró principalmente en actualizaciones de software (SmartControl Live en mayo de 2023) y en variantes de color para sus pedales existentes. En diciembre de 2023 llegó el MagShift, pero fue un desvío: críticas negativas de la comunidad, falta de “clic”, problemas de tolerancias. La marca retiró el producto para corregir, una decisión valiente que subraya las dificultades. El cambio volvió en abril de 2024, ya corregido.
Mientras tanto, la competencia —especialmente la asiática— no se quedó quieta y el mercado del simracing de gama alta evolucionó notablemente entre 2021 y 2025, y hay que decirlo: Heusinkveld no estaba realmente en la carrera.
La estrategia detrás de estos nuevos productos es clara: capitalizar la reputación de calidad y fiabilidad forjada con los pedales Sprint y Ultimate+ para recuperar terreno. Aun así, el nombre de la marca sigue siendo sinónimo de excelencia técnica en la mente de los simracers. Ahora, resta ver si el One y el MagShift Mini estarán a la altura de esa reputación en un mercado ya muy desarrollado en este tipo de accesorios.
El One saldrá en unas semanas por 599€, y el MagShift Mini ya está disponible desde ahora por 259€ / 273€. Con ello, se puede completar un set Heusinkveld de la A a la Z — y, sobre todo, comprobar si la firma neerlandesa puede recuperar su sitio.